martes, 15 de diciembre de 2009

INTRODUCCIÓN

El estado nutricional de un individuo o colectivo es el resultado entre el aporte nutricional que recibe y las demandas nutritivas del mismo, y su valoración consiste en el conjunto de procedimientos, de carácter progresivo, que permiten evaluar el mantenimiento del nivel de salud y bienestar de los individuos desde el punto de vista de su nutrición.
Muchos factores, como la edad, el sexo, la situación fisiológica, la situación patológica de cada individuo, educación cultural y la situación psicosocial, afectan a este equilibrio entre demandas y requerimientos.
Para que nuestro estado nutricional sea el correcto, solo debemos tener en cuenta una norma muy sencilla: comer de todo pero con moderación, ya que un exceso o un defecto de algún nutriente es perjudicial para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Es importante realizar este estudio para conocer los hábitos inadecuados que tienen muchas personas respecto a su alimentación, ya que esta misma es la base fundamental para que nuestro estado de salud se encuentre en completo bienestar. Necesitamos comer para crecer, para estar en forma, para vivir.
La alimentación ha de cubrir los siguientes objetivos:
- Aportar una cantidad de nutrientes energéticos (calorías) que sea suficiente para llevar a cabo los procesos metabólicos y de trabajo físico necesarios. Ni más ni menos.
- Suministrar suficientes nutrientes con funciones plásticas y reguladoras (proteínas, minerales y vitaminas). Que no falten, pero tampoco sobren.
- Que las cantidades de cada uno de los nutrientes estén equilibradas entre sí.

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